Perteneciente a una reconocida saga de artistas, es la tercera de los ocho hijos del cantante y actor Antonio Molina, sus hermanos Paula, Miguel, Mónica y Noel también se dedican a la interpretación y a la música. Su hija Olivia Molina es igualmente actriz.
Su filmografía con casi un centenar de largometrajes incluye algunas de las obras maestras de la historia del cine español e internacional. Ha rodado en todo el mundo y ha conseguido importantes galardones como el David de Donatello de la Academia italiana por “Camorra: contacto en Napoles”, la Concha de Plata del Festival de San Sebastián por “La mitad del cielo, el Fotogramas de Plata, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2002) o la medalla de Oro de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de España, tras haber sido nominada al Goya en cinco ocasiones.
Luis Buñuel, José Luis Borau, Manuel Gutiérrez Aragón, Ridley Scott, Pedro Almodóvar, Paolo y Vittorio Taviani, Ricardo Franco, Jaime Chávarrí, Alain Tanner, Miguel Littin, Jaime Camino, Bigas Luna, Lina Wertmüller, Marco Bellocchio, Jaime de Armiñán, Pablo Berger o Josefina Molina, son tan solo una muestra de los realizadores con los que ha trabajado, con una filmografía en la que no podemos olvidar cintas imprescindibles como “Ese oscuro objeto del deseo”, “A un dios desconocido”, “Los restos del naufragio”, “El corazón del bosque”, “La Sabina”. “Demonios en el jardín”, “Bearn o la sala de las muñecas”, “Lola”, “La mitad del cielo”, “El río de oro”, “El hombre que perdió su sombra (rodada en Almería), “El viento se llevó lo que”, “Punto de mira” (con rodaje en Almería), “Los abrazos rotos” o “Blancanieves”.
Una trayectoria sin igual en la que ocupa un lugar destacado Las cosas del querer de Jaime Chávarrí (1988), que rodó en Almería junto a Manuel Bandera, consiguiendo un gran éxito de taquilla en su momento.
Hijo de una leyenda del cine, el gran John Wayne, empezó su carrera desde muy joven. Ha trabajado junto con su padre en varios largometrajes como Centauros del desierto (The Seachers, 1956) de John Ford, Los comancheros (The Comancheros, 1961) de Michael Curtiz o El Álamo (The Alamo, 1960), en el que trabajó a las órdenes de su progenitor.
Precisamente se cumplen ahora cuarenta años de su rodaje en tierras almerienses de Simbad y el ojo del tigre (Sinbad and the eye of the Tiger) de John Wanamaker, aunque no fue ésta la única ocasión en que este prolífico actor rodó en nuestra provincia. Ya lo había hecho en 1969, cuando coprotagonizó La quebrada del diablo (The deserter) de Burt Kennedy junto a John Huston y Richard Crenna.
En 1984 también participó en el divertido western de humor Esos locos cuatreros (Rustlers’ Rhapsody) de Hugh Wilson, compartiendo aventuras junto a Tom Berenger y Fernando Rey.
Patrick Wayne ha desarrollado una prolífica carrera llevando con orgullo el apellido familiar, trabajando con algunos de los grandes directores de Hollywood y desarrollando una personal, interesante e intensa carrera, donde ha compaginado tanto el cine como la televisión.
Era el verano del 66 y su madre, embarazada, acompañaba a Juan Fernández padre, conductor de Sergio Leone, durante el rodaje de 'El bueno, el feo y el malo'. El futuro retoño no podría dedicarse a otra cosa, sólo al cine. Desde su nacimiento, los acontecimientos de su vida no se rigen por fechas sino por títulos de películas y rodajes. Igual que las tres generaciones de una familia cuya historia ilustra una parte importante de los casi sesenta años de cine en Almería, desde 'Oeil pour oeil' hasta 'Juego de tronos'.
De su profesionalidad da fe su extenso curriculum y su amplia filmografía. De su calidad humana podemos dar fe sus amigos y sus compañeros en tantos rodajes.
La pasión de Juan Fernández por el cine hace que un café se tome muy despacio o que una sobremesa se alargue hasta la madrugada, sencillamente hablando de cine. Porque Juan nos regala, con absoluta sencillez, auténticos tesoros en forma de vivencias junto a grandes del cine. Siempre con naturalidad. Siempre con discreta educación.
Hay algo que apasiona a Juan tanto como el cine y eso es su tierra. Cuando está lejos, sus virtudes hacen que 'Juanito, el de la película' se haga un personaje muy querido. Osuna o Pitillas lo saben bien. Pero vender al cine nuestro paisaje y nuestra luz es una de sus obsesiones. No hay nada que lo haga más feliz que rodar en Almería.